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Según explican desde el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), la caída del precio del petróleo arrastró a la baja a una gran cantidad de commodities, entre ellos el cobre, después de que el cartel de la Opep decidiera mantener su producción en lugar de disminuirla, como esperaba el mercado. En su opinión, la Opep podría estar estratégicamente buscando forzar una disminución de precios que desaliente el avance de proyectos no convencionales.
Otro factor es el fortalecimiento del dólar, ya que los commodities se transan en esta moneda, por lo que se encarecen para todos los países que ven depreciada su moneda respecto a la de EE.UU., afectando su demanda. Sin embargo, es necesario analizar los factores propios de la industria del cobre para explicar por qué es el metal rojo el que exhibe una de las mayores caídas en el complejo de materias primas.
Tras un largo período de estancamiento en el crecimiento de la oferta, este año se ha producido el ingreso de tres proyectos sólo en Chile: Ministro Hales (Codelco), Sierra Gorda (KGHM) y Caserones (Lumina Copper), además de varios en Mongolia y en otros países. El cobre, por tanto, es una de las materias primas con un superávit esperado mayor de aquí y hasta el 2016. Sin embargo, desde Cesco aseguran que este período de sobreoferta es excepcional, “pues a partir de 2017 se retornará a un mercado claramente deficitario que se extenderá por no menos de tres años”.
Además, la influencia de China se siente cada vez con más fuerza, ya que las caídas de precios han estado explicadas principalmente por transacciones realizadas en este país.
Previsiones
De cara al futuro, Cesco considera que probablemente los próximos dos años se observe un precio promedio menor o similar al del presente año. Sin embargo, no hay señales explícitas de que la demanda real -no para uso financiero- por cobre en China disminuya, lo que debiera contribuir a establecer un piso en torno a los 6.000 dólares la tonelada (272 c/lb), ya que los consumidores aprovecharán caídas en los precios.
Factores como un petróleo más barato y la recuperación de Estados Unidos debieran ayudar en este escenario, añaden. “Una vez que el mercado global del cobre vuelva a un déficit hacia 2017, y con mejores condiciones macroeconómicas en los países desarrollados, volverán a observarse cotizaciones sostenidamente mayores”, según Cesco.